Liderar vs Dirigir

Liderar vs. Dirigir

Liderar y dirigir son funciones gerenciales importantes, pero no suelen aparecer en la descripción principal del puesto. Un buen gerente debe ser capaz tanto de liderar a su equipo como de dirigir sus operaciones; fallar en cualquiera de estas funciones es una receta para el desastre.

Liderar vs. Dirigir

Para comprender cómo los gerentes pueden destacar (o fracasar) en estas funciones, primero debemos definirlas.

Liderar

Liderar consiste en tomar la iniciativa: iniciar, inspirar y motivar a los trabajadores. Se trata de fomentar la pasión por seguir trabajando y superar las expectativas, mejorar los estándares de calidad y fabricación de los productos, establecer estándares de calidad y producción en la industria y, en general, ser un gran ejemplo a seguir. Cuando los gerentes lideran a los trabajadores, les ayudan a comprender que sus objetivos y metas coinciden con sus ambiciones personales, además de con la misión, la visión y los objetivos generales de la empresa.

Dirigir

Dirigir consiste en orientar a la empresa hacia una dirección específica. Esto significa que cuando la gerencia desarrolla un plan de acción, organiza su implementación, supervisa su contratación, colabora interdepartamentalmente y se adapta a los cambios, los gerentes dirigen la empresa hacia donde debe ir, teniendo presentes la misión, la visión y los objetivos de la organización. Respaldados por la plena confianza en el manejo de las tareas gerenciales de una empresa, los gerentes aportan perspectiva en un entorno empresarial en constante cambio, lleno de incertidumbres e incluso sorpresas inesperadas.

Estilos de Liderazgo

Los líderes (gerentes) presentan diversas formas, tamaños y trayectorias. Idealmente, un gerente se preocupa por sus empleados, colabora con otros para que las cosas se hagan bien, considera la salud y el bienestar de clientes y empleados, contempla los costos y beneficios de cualquier acción y contribuye a un ambiente laboral feliz y seguro. Cada persona tiene un enfoque diferente para alcanzar estos objetivos, que se definen ampliamente como “Estilos de Liderazgo”.

Liderazgo laissez-faire

También conocido como liderazgo perezoso o relajado debido a su característica de liderazgo flexible. Los gerentes laissez-fire no son perezosos, pero generalmente les preocupa perjudicar a su equipo mediante la microgestión. Estos gerentes confían plenamente en que su equipo se autodirija en gran medida y solo intervienen cuando el progreso se desvía. Quienes utilizan el estilo de liderazgo laissez-faire trabajan con personas muy capacitadas que ofrecen un producto o servicio único y personalizado, como médicos o artesanos. Este tipo de liderazgo no es adecuado para trabajadores poco cualificados que realizan tareas rutinarias y estandarizadas, como las de los restaurantes de comida rápida, donde la estandarización es fundamental.

Autoritario

También conocido como liderazgo autocrático o tiránico, ya que una sola persona (el líder) toma todas las decisiones; es el polo opuesto de un gerente laissez-faire. Aunque no es tan malo como parece, los gerentes utilizan este tipo de liderazgo cuando hay demasiado conflicto o indecisión en su equipo y deben convertirse en el voto decisivo en las decisiones más importantes. Este estilo de liderazgo se utiliza mejor en situaciones donde las partes contrarias no pueden unirse, como cuando el presidente de Estados Unidos utiliza una orden ejecutiva para aprobar regulaciones, o el director de una empresa familiar en Asia decide comprar a todos sus competidores más pequeños. Existen muchos casos documentados en los que un solo líder sabe realmente qué es lo mejor para la empresa, y un líder autoritario puede hacer que el negocio brille. Steve Jobs fue uno de los gerentes autoritarios más (in)famosos.

Participativo

Esto también se conoce como liderazgo democrático, ya que todos son escuchados y se incluye a todos en el proceso de toma de decisiones. Este tipo de líder sabe que no puede mover montañas solo, por lo que colabora con su entorno y establece relaciones duraderas y significativas. Comprenden la importancia del networking para alcanzar objetivos y metas. Las personas que trabajan bajo este estilo de liderazgo tienden a sentirse más satisfechas con su trabajo y valoradas por sus contribuciones. Las situaciones donde la creatividad y la innovación son esenciales funcionan mejor con este estilo de liderazgo, como en empresas de desarrollo de software y hardware, ingeniería de productos, etc.

Transaccional

Una forma de liderazgo basado en tareas en la que el gerente (el líder) informa a los empleados qué deben hacer, cuándo deben hacerlo y cuándo deben hacerlo. Es bastante simple y fácil de seguir; sin embargo, solo debe ser utilizado por gerentes con amplia experiencia en habilidades técnicas y educativas. Por ejemplo, un socio de gestión contable delega la nómina a dos empleados, las pensiones a otros cinco y los arrendamientos a otros tres. Para que esto funcione, el Gerente Transaccional debe conocer a fondo estos conceptos contables para evaluar el trabajo y el desempeño de sus empleados. Este estilo de liderazgo es ideal para organizaciones jerárquicas con clara movilidad ascendente, jerarquías de desarrollo claras y descripciones de puestos claras, utilizadas principalmente por empresas de servicios. El gerente debe dominar por completo las materias que delega para saber cuánta carga puede asumir cada empleado.

Transformacional

Los líderes transformacionales también se conocen como liderazgo del cambio, ya que este estilo de liderazgo busca generar cambios (marcar la diferencia) como propósito de la gestión. Este tipo de líder ve todo y a todos como algo que puede mejorarse y revolucionarse. Los líderes transformacionales representan lo mejor en estándares humanos y empresariales, ya que buscan mejorar la moral de los empleados al reconocer su valor, mejorar el entorno laboral difundiendo positividad, ejemplificar altos estándares morales, enfatizar las consideraciones éticas, usar la lógica y el razonamiento para convencer a las personas y brindarles opciones y oportunidades.

Comparación de las teorías de gestión con el liderazgo y la dirección

Las empresas buscan constantemente maneras de mejorar la calidad de su liderazgo. Existe una amplia investigación que analiza diferentes enfoques sobre cómo los aspirantes a gerentes pueden mejorar su calidad de liderazgo, o diferentes enfoques para integrar a los gerentes en los equipos adecuados y así sacar lo mejor de ambos.

Teorías de los rasgos

Según esta teoría, los gerentes se convierten en buenos líderes y directores si demuestran las cualidades y características asociadas con ser buenos líderes y directores. Por ejemplo, los buenos líderes se describen como apasionados, innovadores, inspiradores, afables, tranquilos, pacientes y éticos. Los aspectos que definen a un buen director no difieren de los que definen a un buen líder. Dado que un gerente debe cumplir con ambas funciones, en esencia, debe convertirse en la imagen de un gran empresario de virtud excepcional.

Teorías del Comportamiento

Esta teoría propone que los comportamientos específicos (no los rasgos) son indicadores de lo que hace que los gerentes sean buenos líderes y directores. Además, esta teoría sugiere que los gerentes pueden convertirse en buenos líderes y directores si se exponen a situaciones y oportunidades que les permitan desarrollarse y alcanzar su máximo potencial, como cuando ascienden en la jerarquía mediante el trabajo duro, la formación y la comprensión del negocio en el que se desempeñan. Algunos comportamientos vinculados con el liderazgo y la dirección incluyen establecer metas alcanzables, pensar siempre más allá de sus propios intereses, mostrar empatía por los demás, construir relaciones con quienes contribuyen al éxito del negocio, y mucho más.

Teorías de Contingencia

Esta teoría afirma que los gerentes pueden ser buenos líderes y directores no por sus rasgos y comportamientos, sino por cómo reaccionan ante cualquier situación. Esto significa que, ante una situación inesperada, la verdadera prueba de liderazgo y dirección del gerente residirá en cómo actúa y responde a lo que se le presente. Solo entonces podrá ser considerado un buen líder y director, dependiendo de la eficacia y eficiencia de su solución a cualquier problema.

Liderazgo y Dirección en el Marco de Otras Funciones Gerenciales

Las funciones básicas de la gerencia son la planificación, la organización, el liderazgo y el control. Todas estas funciones son interdependientes; una no puede subsistir sin la otra, y todas deben estar presentes en cada función para que cada una cumpla su propósito e intenciones. Los gerentes deben liderar y dirigir en todo lo que hacen, además de las demás funciones que deben aplicar a todo. A continuación, se presentan algunos ejemplos de lo que los gerentes harán en cada función, de acuerdo con las funciones de liderazgo y dirección:

Planificación

El gerente liderará esta fase investigando los problemas de la empresa que deben solucionarse o abordarse de alguna manera e instruyendo a las personas cualificadas para que obtengan la información necesaria. A continuación, reunirá a todos los involucrados para presentar una estructura al plan que lo haga más factible y así obtener una perspectiva sobre la dirección que el gerente y la empresa deben tomar. Tras considerar las aportaciones y sugerencias de todos, el gerente tendrá una mejor idea de lo que se debe hacer para resolver el problema y contener cualquier inconveniente que pueda surgir.

Organización

El gerente guiará a su equipo en la ejecución de planes y estrategias empresariales, explicando los beneficios y las ganancias que obtendrán los participantes. Trabajará con todos los involucrados para poner en marcha los planes. Posteriormente, el gerente orientará a cada persona o departamento sobre cómo deben hacerse las cosas, indicándoles qué implementar, qué necesitarán obtener, cómo afrontar las contingencias y cómo evaluar los objetivos y metas establecidos por el gerente.

Control

Los planes, programas y procedimientos establecidos por el gerente rara vez funcionan a la perfección, ya que siempre hay obstáculos en el camino. En ocasiones, los gerentes deberán implementar medidas disciplinarias que les exijan liderar, haciéndose cargo de la situación y limitando las pérdidas. Si los problemas se deben a personal incompetente, condiciones laborales inseguras, objetivos/metas poco realistas, personal reticente, etc., el gerente debe orientar a estas personas y grupos para que se adapten.

Los gerentes pueden liderar y dirigir de muchas maneras diferentes. Pueden ser creativos e innovadores en la forma y el modo de hacerlo, considerando todos los factores: los costos evitables, los costos inevitables, el clima empresarial, el entorno competitivo, las fuerzas económicas, los clientes, las cualificaciones de los empleados, los recursos disponibles que se pueden usar o reciclar, las mejoras posibles sin sacrificar la calidad ni la precisión, y mucho más.

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