Comprender los movimientos de precios

¿Por qué se mueven los precios de las acciones y los bonos?

Los precios de las acciones y los bonos fluctúan a diario, a veces de forma muy significativa. Antes de empezar a invertir, lo primero que hay que entender es por qué se producen estas fluctuaciones de precios y cómo prepararse para ellas.

Movimientos del precio de las acciones

Los precios de las acciones suelen representarse en un gráfico lineal que muestra su evolución a lo largo del tiempo. Si bien algunas acciones pueden mostrar movimientos significativos, otras pueden presentar variaciones menores. El movimiento de estas acciones refleja el valor actual de las expectativas de ganancias futuras y se divide entre el número total de acciones emitidas por la empresa. A su vez, los precios de las acciones reflejan el rendimiento esperado de una empresa en el futuro. Estos movimientos se ven influenciados por diversos factores, como el rendimiento financiero de la empresa, las tendencias del mercado, las condiciones económicas y la confianza de los inversores.

Tesla Inc. (TSLA)

Cuando una empresa tiene un buen desempeño financiero o la confianza de los inversores es favorable, el precio de sus acciones puede subir. Por otro lado, factores económicos negativos o condiciones de mercado desfavorables pueden provocar una caída en el precio de las acciones. En general, los precios de las acciones fluctúan en función de las complejas interacciones de numerosos factores externos e internos que influyen en los mercados financieros.

Para comprender cómo funciona el proceso, comencemos por el principio y revisemos cómo un banco de inversión supervisa la oferta pública inicial (OPI) de una empresa.

bancos de inversión

Los bancos de inversión, como Goldman Sachs Group Inc. (GS), JP Morgan Chase & Co. (JPM) o UBS Group AG Registered (UBS), desempeñan un papel fundamental en el proceso de oferta pública inicial (OPI). Estos bancos colaboran estrechamente con las empresas que buscan cotizar en bolsa y actúan como sus suscriptores. Ofrecen asistencia para fijar el precio de la oferta mediante el análisis de la demanda del mercado y el rendimiento de la empresa, y para determinar el mejor momento para lanzar la OPI. Los bancos de inversión también ayudan a la empresa a cumplir con los requisitos legales y regulatorios necesarios, a elaborar un prospecto y a comercializar la oferta a posibles inversores.

El proceso de IPO

El proceso comienza con la presentación de una oferta pública inicial (OPI) por parte de la empresa con los banqueros. La empresa selecciona a los coordinadores de la oferta y cogestores que se encargarán de la venta de las acciones recién emitidas del banco principal. La empresa debe presentar los formularios de registro y acordar el calendario de la OPI. Los banqueros realizan la diligencia debida, un proceso en el que se reúnen con los clientes, investigan y analizan el sector y las tendencias, determinan la situación legal y revisan los estados financieros para garantizar la ausencia de irregularidades. Tras la diligencia debida, se presenta el formulario S-1, que contiene los estados financieros históricos, los datos clave y otra información que los inversores desean consultar antes de tomar una decisión de compra.

La etapa previa a la comercialización implica que los banqueros conversen con los inversores sobre la empresa y el sector para determinar un rango de precios para la oferta inicial de acciones. El precio final se fijará tras nuevas conversaciones con los inversores. Los bancos asignarán las acciones a diferentes inversores antes del primer día de cotización. Una vez asignadas las acciones, los inversores pueden comprar, vender e intercambiar entre sí, mientras que el público general puede empezar a adquirirlas.

El período posterior a la salida a bolsa suele considerarse el más volátil en la historia de una acción debido al sentimiento inversor. Este sentimiento se refiere a la percepción que los grandes compradores de acciones tienen de las empresas, los sectores y el mercado en su conjunto. Los inversores suelen ser grandes instituciones financieras que emplean a economistas, analistas y expertos del sector que impulsan el interés por una acción o sector específico.

Los inversores bajistas asumen que habrá una caída en la acción o el mercado. Los inversores alcistas anticipan el crecimiento de una acción o del mercado específico. El sentimiento inversor se basa en parte en los beneficios.

Ganancias esperadas vs. ganancias realizadas

Las ganancias realizadas y esperadas de una empresa tienen un impacto significativo en la fluctuación del precio de sus acciones. Las ganancias realizadas se refieren a las ganancias reales de una empresa durante un período determinado, mientras que las ganancias esperadas son las que los inversores predicen que obtendrá en el futuro. Cuando las ganancias realizadas de una empresa superan las expectativas, suele ser una señal positiva para los inversores y conlleva un aumento en el precio de las acciones.

Por otro lado, cuando las ganancias realizadas son inferiores a las esperadas, los precios de las acciones tienden a bajar, ya que los inversores consideran que las perspectivas futuras de la empresa pueden ser complicadas. En general, las ganancias realizadas y esperadas desempeñan un papel fundamental en la percepción de los inversores sobre el rendimiento financiero de una empresa y pueden influir significativamente en la fluctuación del precio de sus acciones.

Los informes de ganancias se publican para anunciar el rendimiento histórico más reciente de una empresa. Los informes trimestrales presentan los tres meses anteriores, mientras que los informes anuales ofrecen una visión general del año más reciente. Estos informes incluyen comentarios de la empresa sobre iniciativas y proyecciones futuras.

El BPA, o beneficio por acción, es una de las métricas más cruciales que pueden influir en las fluctuaciones del precio de las acciones a corto y largo plazo. Durante los anuncios trimestrales de resultados, los analistas crean una estimación de consenso para el BPA de una empresa, que representa la suma de sus beneficios netos dividida entre el número total de acciones en circulación. El BPA real de la empresa se compara con la estimación. Si el BPA real es superior a la estimación, es probable que el precio de las acciones suba, ya que los inversores se muestran más optimistas sobre las perspectivas futuras de la empresa. Por el contrario, si el BPA real de la empresa no alcanza la estimación, el precio de las acciones suele bajar.

Los inversores utilizan otras métricas y ratios en el informe de resultados, como los ingresos, los márgenes y el PER, que pueden influir aún más en las fluctuaciones del precio de las acciones. En general, comprender cómo el BPA y otras métricas financieras pueden influir en las fluctuaciones del precio de las acciones es esencial para los inversores que buscan tomar decisiones acertadas en el mercado de valores.

Riesgo sistemático vs. riesgo no sistemático

Finalmente, las fluctuaciones del precio de las acciones se relacionan con el concepto de riesgo. Existen dos tipos de riesgo: sistemático y no sistemático. El riesgo sistemático es un evento que puede afectar al mercado de valores en su conjunto. El riesgo no sistemático es específico de la empresa o el sector. La beta mide la volatilidad de una acción en comparación con el mercado en su conjunto. Una beta superior a 1 indica que una acción se moverá más que el mercado en períodos de crecimiento, pero disminuirá más en períodos de caída.

Riesgo sistemático

El riesgo sistemático incluye eventos como guerras, fluctuaciones en las tasas de interés, recesiones y acontecimientos geopolíticos. Estos eventos suelen afectar a todas las acciones, independientemente del rendimiento específico de la empresa y sus perspectivas de crecimiento. Los eventos sistemáticos se consideran perturbaciones del mercado y, por lo general, provocan una caída en los precios de las acciones.

Riesgo no sistemático

El riesgo no sistemático incluye eventos específicos de la empresa o del sector. Por ejemplo, las empresas que producían radios estuvieron en riesgo cuando los televisores se popularizaron, o las empresas que cultivan y venden hortalizas se ven afectadas por sequías o huracanes que destruyen sus cultivos. Estos riesgos pueden afectar considerablemente a una acción y, a menudo, provocar fuertes caídas en su precio.

Movimientos de los precios de los bonos

Las empresas pueden captar capital mediante acciones o renta variable; sin embargo, otra opción es la emisión de deuda. Una forma popular de hacerlo es mediante bonos, emitidos por grandes corporaciones como Apple y Amazon, así como por ciudades como Nueva York y Los Ángeles, estados como Illinois y Florida, y países como Estados Unidos y Brasil. Los inversores compran estos bonos y reciben pagos a una tasa de interés fija, conocida como cupón, junto con el capital, a lo largo del tiempo. Cuando se emiten bonos, se les asigna una tasa a la par, que es el precio inicial del bono.

Cómo funcionan los bonos

Supongamos que Apple necesita 100 millones de dólares para financiar una nueva fábrica y decide emitir bonos con vencimiento a 10 años. Apple determinaría entonces un tipo de interés al que los inversores estarían dispuestos a prestar su dinero. Si el tipo de interés se estableciera en el 5%, Apple tendría que pagar a los inversores el 5% del importe prestado cada año hasta el vencimiento del bono, que es el año en que se devolverá el dinero. Los bonos suelen emitirse en denominaciones de 1.000 dólares.

Por lo tanto, si usted comprara un bono de 1.000 dólares a Apple, les prestaría el dinero por adelantado y recibiría el 5% de 1.000 dólares, o 50 dólares, cada año durante los siguientes 10 años. Al vencimiento, Apple le devolvería los 1.000 dólares.

Tasas de interés y bonos

Los precios de los bonos, al igual que los precios de las acciones, experimentan fluctuaciones. La primera y principal implicación es el riesgo de la tasa de interés. Supongamos que invierte en un bono corporativo que paga un interés fijo del 5% hasta el vencimiento, mientras que la tasa de interés del banco central es del 2%. Si las tasas del banco central suben mientras usted mantiene el bono al 4%, el precio de este bajará.

Esto se debe a que los inversores siempre comparan el riesgo y la rentabilidad de los bonos con cualquier otra inversión. Si su bono paga un 5% en comparación con la tasa central del 2%, usted obtiene una prima del 3%. Si su prima baja al 1%, habrá pocos inversores interesados ​​en comprar su bono. Las tasas de interés tienen una relación inversa con los bonos: a medida que las tasas suben, los precios de los bonos bajan, y viceversa.

Inflación y bonos

Un segundo factor en la fluctuación del precio de los bonos es la inflación. La inflación se produce cuando el valor de la moneda disminuye con el tiempo. Si un bono de $1,000 paga un cupón del 5%, el valor del cupón es menor en el décimo año que en el actual. Como resultado, el rendimiento efectivo es menor a medida que disminuye el precio de mercado del bono. En consecuencia, tenemos una segunda relación inversa: a medida que la inflación aumenta, los precios de los bonos disminuyen, y viceversa.

Calificaciones crediticias

Otro factor que puede influir en el precio de los bonos es la calificación crediticia asignada por agencias de calificación crediticia como S&P Global Ratings, Moody’s y Fitch. Estas agencias realizan análisis de inversión de empresas y asignan calificaciones de deuda independientes que van desde AAA (muy baja probabilidad de impago) hasta D (impago total de la deuda). Cuando la calificación de deuda de una empresa sube, el precio de sus bonos suele subir también, y los nuevos bonos pueden tener tasas de interés más bajas. Por el contrario, cuando la calificación baja, los precios de los bonos tienden a bajar, y los nuevos bonos pueden tener tasas de interés más altas. En esencia, la calificación crediticia de una empresa puede influir significativamente en la tasa de interés de sus bonos y en la probabilidad de que los inversores inviertan en ellos.

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